
MINIATURA SONORA
Instrumentos: fliscorno, bombardino y contrabajo.
1´07”

El contrabajo evoca una línea de graves de
El Amor Brujo de Manuel de Falla sobre la que fliscorno y bombardino proponen unos desdibujados trazos de la Danza Española nº 5 de Enrique Granados. Conviven las tres líneas cediéndose amablemente el protagonismo. Sobre la larga nota final del fliscorno, el contrabajo reexpone por última vez los graves de Falla al mismo tiempo que el bombardino, con una línea descendente, nos lleva hasta un acorde de Mi Mayor donde reposa este pequeño juego alquímico a tres voces.
Grabado y collage.
40X40cm
Prado de Fata: Miniatura Sonora, y su tema principal, Danza Sonora, están estrechamente inspiradas en el texto de esta última canción. Éste es altamente visual y evocador, y he escogido centrarme en frases tales como “suena la canción para despertar [...] bajo la luna la noche danza [...] y la luz vuelve a brillar en la sombra. Suena la danza y se acaba la oscuridad [...]"

A la transparente hora del silencio
una voz se enrosca en el corazón,
tantea un pecho cerrado
y sale como un sonido suave de viento.
Todos la escuchan en la noche,
Todos se sienten debajo del tiempo
Cuando toma la forma de lo fraterno.
Lo humano llega dibujado
sobre una blanca pared arrancada a la vida.
Un dibujo que nadie ha trazado,
un sueño que se cuela en el alma,
una caricia enredada en los cabellos al viento,
una canción vertida en manos no temerosas.
Todo eso es la voz que va rizando la noche.
Alguien, de puntillas, sale de ella
Quedándose inmóvil como una estatua.
Siente que ha salido de sí mismo
y deja caer su cuerpo en la danza
como una hoja de otoño.
La noche insiste.
Sombras de hombres y mujeres enredadas
ruedan por la tierra proclamando
un cántico que viene de lejos.
Sonrisas y voces,
cuerpos preguntando a la noche
por qué la luna da su forma a lo humano.
Otra voz nace de un presentimiento
raptado por unos labios abiertos a la vida.
Los cuerpos danzan desnudos de mundo,
la luna, sin túnica, cae sobre sus hombros
como polvo venido del cosmos.
La noche perdura, sienten su clamor.
No hay límite, la vida se hace música,
entra en la boca para calmar el alma
y emerge en una voz que se levanta sin pasado.
El futuro se esconde detrás del tiempo
y el presente se embellece lentamente.
Por la mañana la luz gritará
y la melodía se irá sin rencor.